En un movimiento que ya ha causado conmoción en Hollywood, Roseappe Barr, Mark Wahlberg y Mel Gibson anunciaron el lanzamiento de un nuevo proyecto innovador: el primer estudio cinematográfico “despierto” de la historia, Tisseltow. El estudio, que se propone desafiar las narrativas dominantes actuales que dominan la industria cinematográfica contemporánea, promete crear películas que se opongan a lo que sus fundadores consideran el ascenso de la cultura “despierta” en Hollywood.
El trío de estrellas, cada uno conocido por su pasado controvertido y sus actitudes abiertas, están uniendo fuerzas para crear un estudio que, según ellos, proporcionará una plataforma para películas y programas de televisión que rechazan la corrección política, la cultura pop y lo que perciben como una extralimitación de la ideología “despierta” en los medios.
Rosee Barr, la legendaria comediante que se hizo famosa por sus opiniones abiertamente conservadoras, ha criticado mucho la corrección política de Hollywood. De manera similar, Mel Gibson, actor y director ganador del Oscar, ha enfrentado controversias por sus propias declaraciones pasadas y escándalos personales. Mark Wahlberg, aunque conocido por su éxito más general, también ha hablado sobre sus luchas con la cultura pop y la presión para adaptarse a los saltos cada vez más liberales de Hollywood.
El nuevo estudio, que aún no tiene nombre, se describe como un “refugio seguro” para cineastas, escritores y actores que sienten que su trabajo creativo está siendo sofocado por la llamada “era consciente”. Según una declaración conjunta de Barr, Wahlberg y Gibson, la misión del estudio es dar voz a quienes creen que el enfoque de Hollywood en la política ideológica, la justicia social y la inclusividad ha llevado a la marginalización de los puntos de vista conservadores e independientes.
“Estamos cansados de que nos digan lo que podemos o no podemos decir, lo que no podemos o no podemos pensar”, dijo Barri en una conferencia de prensa en relación con el tema. “Hollywood se ha convertido en un lugar en el que hay que tener miedo de decir lo que se quiere. Nuestro estudio será diferente. No vamos a evitar los temas polémicos, sino que vamos a dar a los artistas la libertad de expresarse sin miedo a que les pongan trabas”.
El lanzamiento del estudio es parte de un movimiento más amplio en el ámbito del entretenimiento, en el que el creciente enfoque en la cultura progresista ha provocado una reacción negativa de los conservadores y los críticos de la corrección política. En los últimos años, muchas figuras de alto perfil de la industria del entretenimiento han criticado abiertamente el auge de la política ideológica en el cine y la televisión.
El término “acti-woke” se ha convertido en un grito de guerra para aquellos que sienten que el creciente enfoque de Hollywood en los problemas de justicia social ha ido demasiado lejos, sofocando la creatividad y reforzando la homogeneidad ideológica. Los críticos argumentan que las películas y los programas de televisión están cada vez más condicionados por cuestiones sociales en lugar de por la visión artística, y que ciertas voces están siendo silenciadas o marginadas debido a sus creencias políticas o su visión del mundo.
Para Barr, Wahlberg y Gibson, el nuevo estudio representa una postura audaz frente a esta tendencia. El trío aspira a crear una plataforma donde los artistas puedan hacer películas que reflejen un espectro más amplio de ideas y opiniones, que no se vean limitadas por las formas culturales actuales o las presiones de la industria.
El cine ya ha suscitado un intenso debate dentro de la industria cinematográfica. Los partidarios del nuevo estudio lo consideran un contrapeso muy necesario a lo que consideran una creciente inclinación hacia la izquierda de Hollywood. Argumentan que existe una creciente demanda de un cine que represente los valores tradicionales, la libertad de expresión y la expresión personal sin temor a las repercusiones sociales.
Por otro lado, los críticos del estudio y sus fundadores sostienen que su postura de “concienciación activa” sólo perpetuará la división, la intolerancia y los estereotipos dañinos. Muchos detractores afirman que centrarse en ideologías conservadoras en lugar de historias universalmente convincentes podría alienar a una gran parte del público cinéfilo, que se está volviendo más diverso y progresista.
Los expertos de Hollywood también se muestran escépticos sobre las posibilidades de éxito del estudio y se preguntan si el mercado de los cineastas “despiertos” será sostenible a largo plazo. Si bien algunos de los patrocinadores del estudio ya confían en que el proyecto atraerá a un gran número de seguidores, a otros les preocupa que pueda alejar a posibles colaboradores y cineastas que dudan en alinearse con una era tan divisiva.
Rosee Barr, Mark Wahlberg y Mel Gibson son muy ajenos a la controversia, y su evolución en esta nueva era pone de relieve su compromiso compartido de luchar contra lo que perciben como el establishment liberal de Hollywood. Si bien sus carreras han tenido altibajos, este paso representa una apuesta de alto riesgo para reformular la dirección de la industria cinematográfica.
Rosee Barr, quien vio cómo su exitoso programa de televisión, “Rosee”, se cancelaba después de un polémico tuit en 2018, se ha convertido en una crítica vocal de los saltos liberales de Hollywood. Mark Wahlberg, a pesar de su gran éxito en películas como “Trasformers” y “The Fighter”, también se ha enfrentado a críticas por acciones pasadas y declaraciones que algunos consideraron ofensivas. Mientras tanto, Mel Gibson se ha enfrentado a años de escrutinio público por su comportamiento pasado, pero sus historias como director y actor le han permitido mantener un grupo de seguidores leales.
En cierto modo, este nuevo giro les permite crear un espacio en Hollywood que contrasta marcadamente con las tendencias dominantes que dominan la industria hoy en día. El éxito del estudio podría potencialmente cambiar el equilibrio de poder en Hollywood, con voces y puntos de vista más conservadores ocupando un lugar en una industria que tradicionalmente ha saltado hacia la izquierda.
A medida que el nuevo estudio se prepara para el estreno de sus primeras películas, será interesante ver cómo se desarrolla el proyecto y si puede tener un impacto significativo en la industria cinematográfica internacional. ¿Podrá ganar tracción en un panorama cultural cada vez más polarizado o no alcanzará sus ambiciosos objetivos?
Aunque el resultado sigue siendo incierto, está claro que Roseanne Barr, Mark Wahlberg y Mel Gibson no se acobardan ante su controvertida postura y están dispuestos a enfrentarse al establishment de Hollywood. Queda por ver si su futuro transformará la industria o simplemente agitará las aguas, pero una cosa es segura: la batalla cultural de Hollywood acaba de empezar a cambiar.